COMO IMPROVISAR

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   Comienza el rap improvisado. ¿No tienes imaginación? No puedes simplemente familiarizarte con el rap improvisado una tarde de miércoles luego de jugar Zelda con tus amigos. Necesitas invertir tiempo en ello. Ponte a escuchar hip-hop y saca a relucir ese diccionario de rimas. Después de todo, no quieres que se burlen de ti, ¿no?

   • Escucha los ritmos. Puedes encontrarlos en cualquier lugar: agarra, por ejemplo, un reloj en funcionamiento o una máquina de cappuccino. ¿Escuchas ese compás? Ahora ponle palabras. El reloj está sonando / pero mi mente está en el pollo / lo digo pues se está quemando / ay, ¡qué rollo! Quizás tú puedas hacerlo mejor.
   • Comienza a escribir. Aunque el rap improvisado y el ensayado son muy diferentes, ambos comparten las mismas importantes habilidades. Si no puedes rimar, no puedes hacer ninguno de los dos. Si no puedes aguantar la presión, no puedes hacer ninguno de los dos. Si no puedes abrir tu mente, no puedes hacer ninguno de los dos. Escribir va a "afilar" esas habilidades que necesitas para insertarte en el rap improvisado.
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   Practica, practica, practica. La única manera de que tus habilidades mejoren en el campo de batalla es que de antemano desarrolles tus destrezas. Mientras te arreglas el pelo enfrente del espejo, rapea contra tu reflejo. Mientras disfrutas de tu canción favorita, piensa qué le agregarías. ¿Podrías hacerlo mejor? Mantente constantemente en la zona.

   • Comienza de manera simple. Recuerda los libros del doctor Seuss de manera simple. Puede parecer innecesario, pero va a preparar tu cerebro para el duelo que se viene. Una vez que lo domines, piensa incesantemente en rimas. "Tengo más frío que el helado Blizzard que tanto ansío". ¿Qué sigue?
     • Exactamente. Esto es el Señor de los Anillos; tú eres el hobbit, yo soy el mago.
   • Déjate llevar. Sea lo que sea que hagas, sólo déjate llevar. Estoy en un café Panera / y vaya si odio esta era / de tecnología, hipocresía / pero cómo me gusta este licuado. Cometerás errores. Saldrán palabras de tu boca que desearías que se hubieran quedado allí. ¡No lo muestres! Nunca dejes que se note que te arrepientes de lo que has dicho.
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   No pienses demasiado. Ve con la corriente. Deja que venga a ti como la inspiración en la noche. Escribir es una gran ayuda para aprender cómo manejarte en piloto automático. Una vez que dejas de intentar que tenga sentido empiezas a notar cómo fluyen la creatividad y las imágenes.

   • Elige un tema. Podría ser uno tan simple como lavarte los dientes o la mesa frente a ti. Configura tu mente en algo y presiona el botón "ir". Pronto verás cuáles temas son más fáciles y cuáles más difíciles, de manera que cuando empiece la batalla ya sepas bien a cuáles acudirás y cuáles no.